El Domingo de Ramos abre la celebración de la Semana Santa, que culmina en el Triduo Pascual: “El Triduo santo pascual de la Pasión y Resurrección del Señor es el punto culminante de todo el año litúrgico”.
“Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre”. Primero, en su entrada triunfal en Jerusalén; pero su gloria verdadera la alcanza a través de la Pasión y la Cruz, porque en ella se manifiesta el amor más grande. Así, la celebración de este día, que comienza con la bendición y procesión de los ramos, pasa a centrarse en la figura de Cristo como siervo paciente y doliente, que experimentó el sufrimiento para aliviar y redimir a los que sufren.
Entrada: Hosanna Filio David (antífona gregoriana)
Pueri Hebræorum (antífona gregoriana)
Los niños hebreos (F. Palazón) 113
Salmo: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado? (F. Castedo)
Versículo: Cristo se sometió (J.M.)
Ofertorio: Pueri Hebræorum (Tomas Luis de Victoria, 1548-1611)
Santo: 159 (T. Aragüés)
Padrenuestro
Cordero de Dios: 33 C (Luis A. Ruiz)
Comunión: Hosanna, bendito es el Señor (J. Berthier), 96
O Domine ( G. P. Palestrina, 1525-1594)
Final: Gloria, alabanza y honor (F. Palazón), 77
Salmo responsorial: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Félix Castedo)
Versículo antes de la Pasión "Cristo se sometió por nosotros incluso a la muerte..." (J.M.)